La vitamina C para el Cerebro
La vitamina C tal vez es una de la que más escuchamos hablar a diario, muchos la conocemos como el ácido ascórbico o como la vitamina antiescorbútica.
La vitamina C la podemos encontrar naturalmente en los alimentos, pero también logra obtenerse mediante procesos de laboratorio, de hecho es una de las vitaminas que más se encuentran en los multivitamínicos que tenemos en el mercado.
Esta vitamina, que es de tipo hidrosoluble, es necesaria para nuestro organismo, ya que interviene en el crecimiento y reparación de los tejidos de nuestro cuerpo, contribuye a la buena absorción de calcio, importantísimo para nuestros huesos; fortalece nuestro sistema inmune, además es un excelente antioxidante.
Pero esto no es todo, esta vitamina también contribuye al buen funcionamiento de nuestro cerebro. A continuación, veremos juntos, por qué el consumo de vitamina C en nuestra dieta es fundamental para preservar la salud cerebral.
1. Evita el daño cognitivo
Como lo mencionamos anteriormente, la vitamina C funciona como un antioxidante, lo cual hace que proteja al cerebro del estrés oxidativo. La vitamina C es indispensable para la producción de dopamina, sustancia que se encarga de controlar el flujo de información entre las diferentes partes del cerebro.
Cuando hay deficiencia o alteraciones en los niveles de dopamina, la persona puede presentar problemas de memoria, incapacidad para prestar atención y su capacidad para resolver problemas disminuye en gran cantidad.
También se ha demostrado que el consumo de vitamina C contribuye en la disminución de cortisol en la sangre, al tiempo que estimula la producción de mielina, esto contribuye a mejorar el proceso cognitivo, ya que permite una óptima comunicación entre neuronas.
2. Influye en nuestro estado de ánimo
Diversos estudios han demostrado que personas con deficiencia de vitamina C pueden mostrarse a menudo deprimidas y fatigadas. Al suministrarles a estas personas dosis más altas de vitamina C, su estado de ánimo mejoró considerablemente, esto puede deberse a que la vitamina C juega un papel importante al momento de sintetizar dos neurotransmisores, norepinefrina y dopamina. Estas dos sustancias afectan directamente la regulación de los estados de ánimo.
En el caso que el nivel de GABA sea elevado se puede observar que las personas tienden a sentirse más relajadas, más concentradas, menos ansiosas y con una mejora notable en su memoria.
La concentración más alta de esta vitamina se ha encontrado en la glándula pituitaria (400mg/kg), lo que confirma que esta vitamina es vital para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro.
La recomendación de ingesta de vitamina C diaria, en un adulto promedio, se encuentra entre los 70 mg y 100 mg. También cabe aclarar que el cuerpo no almacena esta vitamina de forma acumulativa, por lo tanto su ingesta debe ser diaria.
Entre los alimentos que podemos consumir para suplir los requerimientos diarios de vitamina C están:
· Los pimientos rojos y verdes
· El kiwi
· Coles de Bruselas
· Espinacas
· Brócoli
· Guayabas
· Arándanos
· Tomates, entre otros.
Si es necesario, puedes obtener vitamina C por medio de suplementos alimenticios que encuentras fácilmente en las farmacias.
En caso de que presentes síntomas como fatiga, falta de concentración, puedes consultar a tu médico si la ingesta de vitamina C ayudaría en la mejoría de estos síntomas. Él, como profesional, te brindará una correcta asesoría para tu caso en particular.
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